PROYECTOS / VIVIENDA / ORMA

Orma

2016

CONCURSO NACIONAL
DE ANTEPROYECTOS

 

Viviendas Orma.

 

Destino Viviendas
Superficie 10.000m2
Lugar Barracas, Ciudad Autonoma de Buenos Aires
Créditos SMF (Speroni, Martinez, Flores)

MEMORIA

La propuesta busca en la ordenación general y en la definición del espacio público su sentido más importante. Se trata de lograr una lectura unitaria dentro de la “diversidad” que caracteriza al entorno y al programa. Se busca definir una escala equilibrada y “amigable” que contribuya a cualificar el conjunto. A su vez, esta situación crea visuales y continuidades espaciales entre los bloques (consorcios) y el barrio como estrategia de integración.

El requerimiento principal consiste en re-alojar habitantes de la Villa 21-24 en unidades habitacionales de escala acotada que satisfacen las distintas necesidades familiares. El terreno elegido para el emprendimiento de re-localización de la población ribereña en el Barrio Orma presenta el desafío de potenciar un área actualmente postergada del borde sur de la ciudad y de superar la falta de infraestructura necesaria para vivir en comunidad en forma digna.

La posibilidad de dar continuidad a las obras de la ribera del Riachuelo con su parquización y defensas costeras genera un nuevo frente urbano que pone al nuevo conjunto del barrio Orma en primer plano. El proyecto trabaja con una densidad media dentro de un programa edilicio de viviendas individuales apareadas de diferentes escalas y tipologías. La tarea consiste en desarrollar una identidad urbana que refleje y enriquezca el particular “enclave” dado que el sitio está íntimamente ligado con el frente del Riachuelo y la franja de espacio verde de uso comunitario con caminos peatonales y bicisendas.

El Estado a través de sus “instituciones” y bajo la forma de concurso abierto busca dar respuesta a  las necesidades habitacionales de este sector. En este marco, ¿cuál es el rol del arquitecto frente a esta problemática de la vivienda de interés social? Creemos que el tipo de arquitectura a pensar frente a esta instancia debe resumir una propuesta racional de extrema economía, que optimice los recursos disponibles, organizándolos de manera creativa para lograr un hábitat sustentable que recree o reformule la manera de vida de sus habitantes, favoreciendo las formas de asociación que la hacen viable. Los recursos técnicos a utilizar deberán ser necesariamente sencillos, económicos y producir una obra de fácil mantenimiento por parte de los propios usuarios.

La organización interna de las unidades será variada y flexible para poder alojar la diversidad de composiciones familiares existentes. Además deberá permitir, en la medida de lo posible, las modificaciones y ampliaciones a lo largo del tiempo. El espacio privado, se organiza y configura a partir de unidades de distintas tipologías agrupadas en pequeños consorcios de no más de 24 unidades. La mitad de estas en el nivel cero con pequeños patios de acceso y patios traseros propios y las restantes tienen sus accesos en el primer nivel y expanden a balcones o terrazas. En el caso de unidades en dúplex se buscó que tuvieran un dormitorio en planta baja. Las unidades superiores permiten un crecimiento a futuro. Las escaleras y circulaciones comunes descubiertas en el primer nivel recrean la situación de vereda. Todas las unidades tienen doble frente y ventilación cruzada posibilitando un correcto comportamiento bioclimático.

El espacio público, presente en el proyecto de manera calibrada y en la medida de lo exiguo que el lote lo permite, busca generar puntos y situaciones de encuentro entre los vecinos, propiciando la vida comunitaria. Los consorcios se articulan entre sí a través de una trama de veredas peatonales. El emplazamiento se ha dividido en diferentes consorcios de escala adecuada para su mejor administración y funcionamiento. El barrio está cruzado por calles peatonales y su perímetro por tres calles urbanas.

El consorcio “E” plantea un cero con locales comerciales y accesos a viviendas, recrea la situación de usos mixtos característicos de la vida barrial y da origen a un eje longitudinal que conecta las situaciones de encuentro del conjunto. A lo largo de este eje encontramos un espacio semicubierto propuesto como lugar de encuentro de actividades múltiples, una pequeña plazoleta que a mitad del recorrido se plantea como sitio de descanso e interacción y en el extremo “Este” una plaza que conecta al conjunto con el espacio público urbano frente al río.